Guantánamo (Redacción Solvisión) Más de 900 000 personas asistieron este martes a la misa papal en el parque Bicentenario, en el norte de Quito, donde Francisco llamó a la unidad de los feligreses y a dejar atrás los egoísmos, un mensaje que fue acogido con entusiasmo por los fieles del país.
Los ecuatorianos no escatimaron distancias ni horarios de descanso para acudir a escuchar al sumo pontífice, a quien agradecieron la sencillez de sus palabras cuando invitó a “luchar por la inclusión a todos los niveles”, lo que suscitó el aplauso de los presentes en una mañana soleada que dominó las nubes amenazadoras de la víspera, reporta la agencia ecuatoriana Andes.
Y Francisco fue “bienvenido”, como dice la letra de la canción tema que más se ha escuchado por estos días en Ecuador, al comenzar hablando del significado del bicentenario de la independencia de Hispanoamérica, fecha que le da nombre al sitio donde oficiaría su homilía.
“Ese fue un grito de la conciencia de la falta de libertades, de estar siempre saqueados, sometidos a conveniencia circunstanciales de los poderosos”, dijo, y a continuación se escucharon aplausos.
Mientras tanto, el pontífice, con una vestimenta obsequiada desde Ecuador, con bordados alegóricos a este país, continuaba con su discurso sereno y con palabras sencillas, con las que recordó que “en algunos países reaparecen diversas formas de guerra” y habló de la necesidad de “reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos mutuamente”.
Francisco hizo énfasis en evitar los egoísmos, promoviendo la comunicación y el diálogo, incentivando la colaboración. Y apuntó: “Nuestra fe es siempre revolucionaria”.

Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales