
El grupo insurgente Hayat Tahrir al-Sham (HTS) asumió el control de Siria el pasado 7 de diciembre tras una ofensiva relámpago iniciada el 27 de noviembre. Durante esta campaña, los insurgentes y sus facciones aliadas, respaldados desde el exterior, atacaron Alepo, la segunda ciudad más importante del país, y continuaron avanzando hasta capturar Damasco, la capital, poniendo fin al gobierno de Bashar al-Asad.
Desde entonces, HTS ha intensificado sus ataques contra las minorías sirias, particularmente en ciudades situadas a lo largo de la costa, en el oeste del país.
Según reportó el lunes la agencia iraquí Al Maalomah, citando fuentes anónimas, “cada 10 minutos se informa de un ataque, incluidos saqueos, secuestros o asesinatos”.
El informe señala que estos actos de violencia, ejecutados por integrantes del HTS y facciones afines, han generado temor y desolación entre las comunidades afectadas.
Además, el pasado 12 de diciembre, la Iglesia Ortodoxa Griega de Santa Sofía, en Suqaylabiya, fue blanco de otro ataque.
(Con información de Hispan TV)
