Empresa de Mensajería y Cambio Internacional: retraso en los envíos y estrategias para mejorar el servicio

“Tengo bultos facturados desde agosto y no acaban de salir de La Habana. ¿Hasta cuándo tendré que esperar?”, pregunta un cliente identificado como Ernesto en el sitio web de Correos de Cuba.

Como este comentario, la mayoría de los que aparecen en la plataforma muestran preocupación por los atrasos de la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional (EMCI) -perteneciente al Grupo Empresarial Correos de Cuba- en la transportación de envíos en el territorio nacional.

“Hoy el 90% de las insatisfacciones están relacionadas con la demora en la entrega de mensajería”, reconoce en entrevista a Cubadebate Mirta Larrinaga Rodríguez, directora general de la EMCI.

De acuerdo con la directiva, el principal factor incidente en el retraso es el déficit de combustible que afecta al país. Explica que, del combustible necesario para realizar las operaciones, se está recibiendo como promedio el 30% y, aunque la asignación en tarjeta se ha respetado, las dificultades aparecen a la hora de serviciar en los establecimientos de Cupet.

La situación es conocida por la inmensa mayoría de los clientes, a quienes los especialistas de Correos de Cuba responden, uno a uno, los comentarios de la web y las redes sociales.

Pero, como saber la causa no atenúa el problema, la EMCI busca nuevas estrategias con recursos propios y de terceros que permitan optimizar los tiempos y mejorar el servicio hasta donde sea objetivamente posible. Al ser la transportación nacional la principal dificultad, se ha apoyado en otros operadores logísticos, como la Empresa de Ferrocarriles y la Empresa de Ómnibus Nacionales.

“Por la vía del ferrocarril damos cobertura cada cuatro días al intercambio de paquetes con las provincias de Holguín, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo. Y por Ómnibus Nacionales cubrimos otras responsabilidades propias del Correo, como el correo oficial y los bultos postales nacionales”, comenta Larrinaga Rodríguez.

También se han realizado encadenamientos productivos con las formas de gestión no estatal, sobre todo para la transportación y distribución en la última milla.

Según la directora adjunta de la EMCI, Marianny Lora Rosabal, con las formas de gestión no estatal existe un procedimiento diferente en la entrada y salida del envío:

“El propio operador desde el exterior designa quién realizará la transportación, que debe ser un actor económico con licencia de operador logístico y operador postal. Cuando el envío llega a la empresa, realizamos el proceso de clasificación, nacionalización y despacho. Aquí el sistema es más rápido, y los productos llegan al cliente alrededor de siete días después de ser nacionalizados”. Este servicio se denomina “vertical” en el argot de la institución.

Normalmente, la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional establece 30 días desde la nacionalización de los envíos hasta su entrega al destinatario final, tiempo que en ocasiones se alarga -sobre todo hacia el centro y oriente del país- por el déficit de combustible.

“Algunas personas comienzan a contar como tiempo de entrega desde que el envío sale del exterior, pero los 30 días que tenemos establecidos empiezan a partir de que el producto se nacionaliza en nuestras oficinas. La demora en llegar a Cuba depende de la región de donde venga el producto y el medio de transporte empleado. Hay envíos por vía aérea que demoran 72 horas, otros en barco tardan 15 días. Un barco desde España, por ejemplo, puede demorar entre 30 y 45 días”, explica Lora Rosabal.

Cuando los envíos arriban al país no son recibidos por Correos de Cuba, sino por las autoridades del puerto, el aeropuerto y la Aduana. Deben pasar un proceso de control antes de ser entregados a la representación de Correos de Cuba en esos lugares, y luego trasladados a la sede de la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional. Esto, de por sí, imprime demora al proceso, pues en esta etapa aún no empiezan a contar los 30 días hábiles para la entrega al destinatario final.

Según las normas, la empresa puede procesar hasta 50 kilogramos de carga por concepto de misceláneas. No obstante, ciertos artículos de alto porte entran en los límites establecidos por el servicio postal, y hoy se entregan televisores, refrigeradores y motos eléctricas que pesan alrededor de 130 kilogramos.

La EMCI suele establecer un plan de carga, acorde a la cantidad de envíos por territorio, la disponibilidad de transporte y el envejecimiento que puedan tener los productos. De su sede nacional, los paquetes pasan a los centros de clasificación de las empresas provinciales, y posteriormente se realiza la entrega a domicilio.

Continúa…

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