Guantánamo.- De espaldas al pelotón, de rodillas, en parejas y con las manos atadas en la planicie ubicada frente al Castillo de los Tres Reyes del Morro. Eran las cuatro y 20 minutos de la tarde cuando sonaron los fusiles en la explanada de La Punta, en La Habana. Ese día asesinaron la inocencia de ocho estudiantes de Medicina de la Universidad de la Habana que, a partir de entonces, se multiplicaban en miles.
El hecho fue un manchón indestructible en la historia de España. Entonces un tribunal militar español condenó a muerte a ocho jóvenes. ¿Su único pecado? Amar a la patria, tal como confesaron antes de ser asesinados. Pero eso no bastaba para consumar alevoso crimen.
Días antes, la tarde del viernes 24, los estudiantes esperaban la llegada del doctor Pablo Valencia y García, quien a las 3:00 p. m debía impartir una clase de Anatomía. Algunos se incorporaron a las prácticas, otros, en cambio, entraron en el cementerio que estaba cerca y recorrieron sus patios.
Vicente Cobas, el vigilante del camposanto, molesto porque los jóvenes “habían descompuesto sus siembras”, formuló una falsa denuncia al gobernador Dionisio López Roberts. En ese momento alegó que los estudiantes habían rayado el cristal del nicho donde descansaban los restos del periodista español Gonzalo Castañón.
Ante dicha afirmación, testigos oculares legitimaron que: “La bóveda no mostraba la más ligera huella de profanación, y una raya hecha mucho antes en el cristal que cubre las ofrendas florales fue todo lo que pudo ser atribuido a una mano irrespetuosa, si no hubiera estado cubierta por el moho el día de los hechos”.
Ante la denuncia, los estudiantes, siguieron jugando en la entrada del camposanto. Cuatro de ellos tomaron la carretilla destinada a transportar cadáveres a la sala de disección, y otro arrancó una flor del jardín. Sólo eso mandó a la muerte a Eladio González, Carlos de la Torre, José de Marcos Medina, Pascual Rodríguez, Anacleto Bermúdez, Alonso Álvarez de la Campa, Ángel Laborde y Carlos Verdugo.
No hubo oídos para la piedad solicitada por los familiares y amigos de los ocho jóvenes. El odio y la prepotencia de los gobernantes españoles de la Isla en aquella época, pudieron más que la razón lógica. Ese día asesinaron la inocencia de ocho estudiantes de Medicina que a la postre, se convirtieron en miles.
A continuación le ofrecemos el trailer de la película cubana Inocencia, del realizador Alejandro Gil, basada en aquellos sucesos. Un filme que al decir de Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, “…es el más profundo acercamiento a la verdad que jamás se ha llevado a una obra de arte.
El mérito para Alejandro Gil es grande, nos presenta a los estudiantes que van a aceptar la muerte, pero aterrados como cualquier joven cuando se le saca violentamente del aula de clases y se les lleva a enfrentar esta sin razón, que en las 48 horas que duran los procesos y termina la ejecución, se va a ver como un espectáculo macabro”.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales