Entre necesidades y precios de infarto…

Guantánamo: Salarios, necesidad terrenales y precios de otra galaxia (+ Video)

Entre necesidades y precios de infarto…

Guantánamo.- Es viernes, soleado y caluroso, como casi todos estos días en Guantánamo. Busco un refrigerio y me dirijo hacia un establecimiento cercano. Leo las ofertas y siento que mi pulso cardiaco se acelera. Bocaditos cuyos precios exceden los 30 pesos – queso y sardinas son las opciones… – jugo concentrado no recuerdo qué… la matemática me nubló la vista para cerciorarme de que no contaba con efectivo suficiente para la ansiada merienda.

Yo, mujer universitaria, trabajadora “¿empoderada?”. Ahí dejo la pregunta. La reforma salarial, que buscó desaparecer la pirámide invertida ha tenido un efecto catalizador en el incremento de los precios, sumado a la crisis generada por la Covid-19 y la innegable recesión que tiene el país.

En Guantánamo, en el mercado informal – un asunto al que bien abría que dedicarle un dossier de periodismo de investigación para desentrañar causas y efectos – los precios de productos de primera necesidad, son exorbitantes e impagables para los que se encuentran en los escaños más bajos de la escala salarial.

Un cartón de huevos se cotiza a 450 pesos, igual que un litro de aceite mientras que la libra de carne de cerdo ronda actualmente los 150 pesos y con una marcada tendencia al ascenso. Detergente, shampoo, acondicionador, desodorante, prendas de vestir se suman a la lista de enseres que no se encuentran por debajo de los 300 pesos, lo que constituye en ocasiones un incremento de hasta 10 veces su valor original. Numerosas son las denuncias sobre la venta ilegal y a sobreprecio de las cajas de cigarros – Populares a 100, Criollos de 120 a 200, ron, que oscila desde los 300 hasta 700 pesos y cerveza Hatuey de botella, a 700 pesos la caja…

Otros asuntos relacionados con el acaparamiento, la reventa y la especulación de alimentos, insumos de aseo, productos de especulación son causas de la inflación cada vez mayor y que también responden a la casi inexistente oferta en el sector estatal o a los precios desmesurados de enseres del hogar como juegos de muebles que se comercializan a costes de 20 mil y 22 mil pesos en las tiendas industriales u otros mercados, a ojos vistas de todos.

Mecanismos de regulación y control parecen inexistentes o insuficientes, pues el mercado informal – también mal llamado mercado negro – se alimenta en su mayoría del desvió de lo que debería encontrarse, a menor precio, en el mercado estatal y lo más triste es que el asunto parece no tener un fin cercano.

Estas letras estaban pendientes desde hace ya algunas semanas, pero quiso la suerte que esperaran a las palabras conclusivas de Marino Murillo, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular en su recién culminado período de sesiones:

“La inflación minorista ha sido la principal desviación de la Tarea Ordenamiento; los costos de la canasta de bienes y servicios de referencia casi duplican los números diseñados, mientras la capacidad de compra que dio la reforma salarial se ha visto “muy afectada” (…)

La canasta de bienes y servicios de referencia alcanza su costo más alto en La Habana, con 3 250 pesos, y en las provincias orientales con 3 057, cuando su valor diseñado era de 1 528 pesos. El costo de la canasta viene subiendo mes a mes y no se ha logrado detener (…) Por otra parte, la alimentación fuera del hogar, calculada en torno a los 400 pesos, está en 800.”

Lo cierto es que ni un batallón de cuerpos de inspección podrá resolver lo que depende de mecanismos de regulación, control y fiscalización a lo interno del comercio minorista, la producción cada vez mayor de bienes y servicios para estimular la recuperación gradual de poder adquisitivo y el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos como consecuencia directa de lo anterior.

Tocará revisar también las fichas de coste de los productos y servicios – tanto en el sector cuentapropista como en el estatal – para evitar la extensión en el tiempo de un proceso inflacionario que entre sus consecuencias más visibles tiene la reducción de la capacidad de compra de la población, tras la reforma salarial y la implementación de la tarea ordenamiento.

Por el momento, desde Solvisón, nos emplearemos una vez más en denunciar, proponer, polemizar y profundizar sobre las causas y posibles soluciones de esta crisis en la que Guantánamo parece sufrir el punto más álgido con respecto al resto de las provincias cubanas.

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