Guantánamo- . Varias generaciones de guantanameros se unieron en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP, para rendir tributo al eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a un año de su partida hacia la posteridad.
De todos emanó conscientemente el pensamiento: Glorioso el pueblo que tiene referentes tan altos como Martí y Fidel. El Apóstol encumbró el patriotismo que llevó luego al joven abogado y sus compañeros de lucha a asaltar el Moncada.
A Martí y su mejor discípulo los reencontraron ésta vez varias generaciones de guantanameros abrazados en el Jardín de la Amistad de la sede de la Delegación del ICAP.
Brissi Viot Blanco, joven trabajadora de la Empresa de Confecciones AMBAR, recuerda encontrar la obra del Comandante en Jefe en todos los sitios.- “No hay un lugar que no invoque a Fidel”- señala.
Por su parte Merlis Laffita Estévez, de la Unidad Empresarial de Base Tabaco Torcido afirma que el legado de Fidel solo es posible honrarlo cumpliendo con lo preceptuado por él en el concepto de Revolución.
La estudiante de Medicina de Botswana, Ambrosia Matabogo, considera ser testigo excepcional de la obra humanitaria de Fidel, quien no solo previó la seguridad de la salud de los cubanos, sino de todo el mundo, sobre todo, de los más desposeídos.
Silvio Cuevas Tamayo, Funcionario de la Delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP, de Guantánamo, dice que la obra del Comandante en Jefe puede perdurar si todos cumplimos con los que nos corresponde.
–“Preservar el sistema social que nos heredaron las generaciones precedentes impone luchar contra los seudovalores que puedan corroer la sociedad, mantener a toda costa las conquistas”- acotó.
Fueron convocados como homenaje imperecedero al Comandante en Jefe, guía indiscutible del proceso social cubano, a un año de su partida a la inmortalidad.
Entre poesías y palabras de dedicatoria niñas y niños de Círculos Infantiles, escuelas, centros laborales de diferentes sectores, enclavados en el Consejo Popular Caribe de la capital provincial, alzaron sus voces para honrar a quien llevó siempre en su corazón las doctrinas del Maestro.
La comunidad toda recibió oficialmente el certificado que la acredita como Martiana y Fidelista otorgado por la Filial de la Sociedad Cultural José Martí del territorio.
Quedó demostrado y confirmado que los nuevos defenderán las conquistas que nuestros héroes y mártires nos heredaron y perfeccionarán permanentemente el legado del líder histórico de la Revolución cubana.
