Raúl castro: La historia de un hombre en Revolución

Guantánamo (Redacción Solvisión) Después de varios años rescatando re­cuerdos, leyendo cientos de materiales y viajando de Moscú a La Habana, y luego del Caribe al país más grande del mundo, quedó listo un libro imprescindible. Se trata de Raúl Castro: un hombre en Revo­lu­ción, de Nicolai S. Leonov, el amigo entrañable del Presidente cubano, quien logró armar una de las obras que con más objetividad se ha acercado a la personalidad del estadista.

Agencias de prensa de todo el mundo acaban de informar sobre la presentación en Moscú de este libro, que no solo aborda la vida personal del General de Ejército, sino que constituye una valiosa compilación de los hechos que han marcado a la Isla en las últimas décadas. Al lanzamiento asistió el ministro ruso de Asuntos Ex­te­riores, Ser­guei Lavrov, quien resaltó la trayectoria de Raúl, que “constituye un paradigma del servicio íntegro y honrado a la Patria y a su pueblo”.

Cuenta Leonov en su texto que en marzo de 1978, durante la celebración por el XX aniversario del Segundo Frente Oriental, es­cuchó decir a Raúl: “fuimos capaces de ha­cer la historia, pero hasta el presente, he­mos sido incapaces de escribirla”. Con este libro, anuncia el autor desde sus primeras páginas, “probaré llenar ese vacío”.

Y en este tremendo intento construyó una obra que nace en mayo de 1953, cuando conoció al actual Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba a bordo del barco Andrea Gritti. Entonces Leonov viajaba a México para estudiar en la Facultad de Filología y Filosofía de la Universidad Na­cio­nal Autónoma, mientras que Raúl regresaba a La Habana junto a dos jóvenes guatemaltecos, luego de participar en la preparación del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, que se celebraría en agosto de aquel año, en Bucarest.

“Del absurdo y la casualidad, resulté vecino del camarote donde se alojaba este jovial, inquieto y alegre trío de latinoamericanos”. Fue así el primer paso de una amistad vencedora de tiempos y distancias kilométricas, que ahora se revela en la publicación del li­bro sobre un hombre que, escribe Leonov en sus páginas, “no busca publicidad, más bien la evita. Solo ofrece entrevistas a la prensa en casos de necesidad política”.

De tal manera, Raúl Castro: un hombre en Revolución narra la historia personal del man­datario cubano, desde los años en Birán hasta la actualidad, historia que ha estado surcada siempre por una entrega sin límites a la Patria. Comienza con su nacimiento el 3 de junio de 1931 y culmina en diciembre del 2014, “Cuando los acontecimientos rebasaron los pronósticos más optimistas” y “al mediodía del 17 de diciembre, en La Habana y Washington…, Raúl Castro y Barack Oba­ma sorprendieron al mundo con declaraciones simultáneas generadoras, por su trascendencia, de una explosión noticiosa que recorrió el planeta en escasos minutos, para convertirse en el acontecimiento del año”.

El libro, que cuenta con una versión en idioma ruso y una en español a cargo de la Editorial Capitán San Luis, también atesora una cronología con las fechas más importantes en la vida de Raúl y un pliego con más de 80 fotos, algunas inéditas. Allí está él, entre muchos otros momentos, asombrosamente en brazos de Batista cuando apenas tenía siete años; de abanderado en el entierro simbólico de la Constitución, en abril de 1952; preso en el Vivac de Santiago, luego en el presidio de la Isla de Pinos y más tarde de guerrillero en la Sierra Maestra; en su boda con Vilma, “lo mejor y más lindo que hice en toda mi vida”; en plena Crisis de

Octubre; en la Zafra de los 10 millones; recorriendo el país en los días duros del periodo especial; asumiendo como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en febrero del 2008; sembrando un cedro como en cada cumpleaños; y también está con sus cuatro hijos, sus nueve nietos y la primera bisnieta. Porque las páginas del libro dibujan a Raúl en toda su inmensidad, al guerrillero, al estadista y al pa­dre de familia que con tanto quehacer siempre encontró tiempo para los suyos.

Durante la reciente visita a Moscú con motivo de los festejos por el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo, Raúl se reunió con Leonov en el hotel donde por esos días de mayo estuvo hospedado. En el encuentro, en el que también participó la familia del au­tor y el tema más repetido fue justamente la gestación del libro, Raúl dijo sentirse feliz. “Tengo en mis manos la historia de mi vida. Me emociona mucho volver a leerla, han pasado 62 años desde que nos conocimos y es mucha la historia que guarda este libro”, confesó.

Se habían comprometido a narrarla desde hacía nueve años. “Cumplimos con nuestra palabra”, dijo Leonov al despedirse del amigo, luego de agradecerle el tiempo dedicado en medio del ajetreo de aquellos días en la capital rusa, las anécdotas compartidas esa tarde, los cariñosos mensaje con la firma de Raúl en la primera página de varios ejemplares regalados a los miembros de la familia rusa y la foto final, en la que todos se juntaron como en cada una de las visitas a La Habana.

Lo apuntó el escritor en su libro: “tengo la íntima satisfacción de confirmar ¡cuán acertado estuve aquel día de mayo de 1953, cuando en el medio del mar Mediterráneo me acerqué a Raúl!”. Ahora los lectores serán sus jueces definitivos.

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