Por la ruta de Pozo Azul

Guantánamo.- Exactamente por donde comienza Cuba, la mayor isla del Caribe, en su extremo más oriental se encuentra Pozo Azul, un paradisiaco y bello paraje geográfico, que junto al Faro de Punta Maisí, y explotado de manera sostenible podría convertirse en un excelente producto turístico de naturaleza.

Pozo Azul, es en realidad una dolina (depresión geológica), que se encuentra en la fractura de una caverna inundada de profundas y cristalinas aguas, ubicada en la zona del Bagá, en la primera terraza marina de Maisí.

Hasta allí llegó el 22 de septiembre de 1976, el capitán del Ejército Rebelde, geógrafo, arqueólogo y espeleólogo cubano Antonio Núñez Jiménez, considerado el cuarto descubridor de Cuba, quien junto a un grupo de investigadores realizó los primeros estudios del lugar y visitó otros accidentes geográficos como Punta Fraile y El Puente, avistados también por el gran Almirante Cristóbal Colón, en uno de sus viajes de descubrimiento.

Para llegar hasta esa belleza natural, se parte por un camino que luego se estrecha hasta convertirse en un sendero que bordea las abundantes cuevas del lugar y la gran población de frondosos almácigos, desde donde nos saludan los bellos macaos y las exclusivas polimitas pita.

Paradisíaco rincón de Cuba, casi virgen para las investigaciones geomorfológicas y subacuáticas de la singular caverna, el estudio de la flora y la fauna, las inmersiones diurnas y nocturnas, y sobre todo para disfrutar un buen amor.

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