Omara, rápida y divina

La noche del 9 de septiembre de 2016 el estadio Joao Havelange, de Río de Janeiro, «estalló» con el resultado de la prueba de los 100 metros T12 (débiles visuales profundos) para mujeres: la cubana Omara Durand Elías implantó récord mundial con 11.40 segundos.

A escasos minutos para las 19:00 horas allí, la antillana ratificaba su condición como la atleta con discapacidad más rápida en carreras en pista del atletismo, y anunciaba lo que recientemente se consideró el momento cumbre en juegos paralímpicos de esta última década.

JIT había sido testigo de la explosiva irrupción en el 2011 de la santiaguera, cuando en el estadio Telmex de Guadalajara, México, con sus 11.99 segundos fue la primera en romper la barrera de los 12, y aún corría sin su guía Yuniol Kindelán Vargas.

Omara estaba en gran forma en la Ciudad Maravillosa. Indiscutible vencedora en el heat 1 de las eliminatorias con 11.58, con casi dos segundos sobre sus dos rivales el día antes en la primera jornada competitiva de los juegos.

El 9 en semifinales bajó a 11.55 para acceder con el mejor registro a la carrera por las medallas. Unas horas después mejoró los 11.48 s, entonces su primacia que le habia dado el título en el campeonato mundial de Catar en el 2015.

El hectómetro en la instalación carioca ha sido el más rápido corrido en la historia de esa prueba, pues la siguieron la azerí Elena Chebanu (11.71) y la alemana Katrim Mueller-Rottgardt (11.99), también con marcas personales.

Ese sería el primer capítulo de su resaltado hat trick al ganar los 200 metros el día 12 con 23.05, a solo dos centésimas de su cota en la cita catarí y un cierre el 15 por todo lo alto con récord mundial de 51. 77 en los 400 metros.

Omara ha sido divina en estos años, incluso más a su regreso a las pistas.

Ella ganó los 100 y 400 T13 (débiles visuales) en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y tuvo un alejamiento de tres años por maternidad.

Regresó de forma contundente con los 11.65 segundos en 100 m durante los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 y unos meses más tarde estampó la cifra citada en Catar. En el retorno fue reclasificada a T12, algo que le permitió correr asistida por Yuniol.

Desde entonces ha sorprendido cada vez más. Si los juegos de Tokio hubieran sido este 2020 no hay dudas de que se habría convertido en la atleta de la década en repetir la tripleta dorada.

La lid japonesa será una historia para comenzar otro lapso de gloria.   

Tomado de JIT

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