Los cinco sentidos en la vía

Accidente masivo en la Loma de La Herradura, en la carretera Guantánamo- Baracoa

Guantánamo.- El jueves 10 de enero de 2019 fue un día fatídico en la oriental provincia de Guantánamo.  La noticia del accidente masivo en la Loma de La Herradura, en la carretera a Baracoa, conmocionó a todos, pues perdieron la vida 7 personas en el lugar del hecho, así como más de 30 lesionados.

El dictamen del Ministerio del Interior determinó que el conductor del ómnibus 804, perteneciente a la Unidad Empresarial de Base, Vía Azul, violó la Ley del Tránsito que provocó el lamentable y trágico suceso.

Nuevamente se impone reflexionar sobre el tema, pues la accidentalidad es una de las primeras causas de muertes en el país, y los índices preocupan año tras año.

Hay  cifras que resultan escalofriantes y hay que recordar. Entre los años 2012 al 2016 se produjeron en Cuba 56 mil 605 accidentes del tránsito, que costaron la vida a 3 mil 696 personas, y otras 42 mil 171 sufrieron lesiones.

Es bien conocido que la mayoría de las carreteras en la nación no están en buen estado técnico y que, además, existen serios problemas con el parque automotor, piezas de repuesto, neumáticos, etc.

Sin embargo, lo principal para evitar y disminuir los accidentes es la actitud del conductor detrás del timón. Por ello hay que estar con los cinco sentidos en la vía, y no descuidarse ni un instante ya que un desliz cuesta muy caro, pues la vida humana es el más valioso tesoro.

En Guantánamo, como en muchas partes del archipiélago cubano, muchos conductores, de cualquier tipo de vehículo, se molestan cuando los agentes del tránsito en la vía le requieren documentos o inspeccionan.

No obstante, ese importante trabajo hay que respetarlo, y cumplir las leyes establecidas en el código vial que busca en primer lugar evitar los accidentes.

El tema es recurrente. Las noticias lamentables llegan con frecuencia de las diferentes provincias del país. Se imponen respeto y conciencia en las carreteras, responsabilidad detrás del timón, para disminuir la accidentalidad y con ello preservar las vidas.

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