Opinión beisbolera

Opinión beisboleraGuantánamo.-  El béisbol en Cuba, nuestro deporte nacional, en los últimos años genera la misma polémica de siempre, pero con otros matices debido a disímiles factores que afectan el desarrollo y el resultado de nuestros equipos a todos los niveles, en que sobresalen los pobres rendimientos en los eventos internacionales.

Claro cada aficionado cubano al deporte de las bolas y los strikes tiene sus opiniones. Unos las utilizan con calificativos que van desde la debacle total, hasta otros que proponen, incluso, una Liga Cubana Profesional para rescatar los espacios perdidos.

La pobre actuación que dejó el equipo que nos representó en la Liga Can-Am, recientemente, así como el tope ante los universitarios norteamericanos y en el torneo inter puertos de Rotterdam, en Holanda, sirvieron para atizar un fuego que arde desde hace años en torno a los resultados en eventos internacionales.

Para ningún amante de la pelota en la mayor de las Antillas debe constituir un secreto que la deserción constante, y masiva en ocasiones, de nuestros mejores peloteros en la última década, debilitaron no solo a la selección nacional, sino a todos los equipos que juegan en la serie nacional.

Es una realidad que nos golpea con frecuencia, y por supuesto sacude a la opinión popular cada vez que se conoce de un caso que decidió emigrar a otras tierras, en busca de fortuna a costa del rendimiento que puedan o no conseguir en terrenos fuera de Cuba.

Por delante son varios los retos que enfrentan los que dirigen el béisbol en Cuba a todos los niveles. El principal, a mi modo de ver, es potenciar el desarrollo desde la base, con los atletas escolares como principal destino para el futuro.

Por otra parte, habrá que rediseñar, una vez más, el campeonato nacional. Tal vez habrá que cambiarle el nombre a nuestra serie nacionales, pero lo que sí urge es reducir el número de equipos para poder concentrar la calidad de los peloteros y pueda fluir la necesaria competitividad.

En ese empeño son muchísimas las variantes a utilizar, pues la territorialidad es un elemento que nunca deberá de obviarse. Con seis equipos, en representación de las antiguas provincias, considero pudiera incentivarse el béisbol en Cuba y volver a rescatar la pasión y rivalidad que siempre nos ha caracterizado.

Sin embargo, por las venas de los cubanos corre la pelota, y en nuestros campos, montañas y ciudades abunda el talento. Falta ahora conciliar ideas, establecer prioridades y comenzar a recuperar el terreno perdido en los resultados del béisbol en el área internacional. Creo que sí podemos.

 

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