Esta es la gente más corajuda que ojos humanos hayan visto

Por: Norelis Morales Aguilera

Fidel puede descansar en su monolito de grano de maíz en Santiago de Cuba. Su gente no se rinde, su Partido y su Gobierno están al pie del cañón, con Raúl y Díaz-Canel, seguidos por su pueblo fidelista que creció ante los embates del Imperio estadounidense, durante décadas y con las pruebas más duras.  

Las lecciones de Fidel están intactas, por no ir más atrás, recordar cuando la Isla destrozó todas las predicciones de George Bush y los dinosaurios de la ultra miamense que solo conciben a Cuba como remake de la dictadura de Fulgencio Bastista.  Ahora ha sido Donald Trump en las mismas. El primero hablaba con Dios para agredir naciones, el segundo solo considera a Dios más famoso que él, lo cual habla de la calaña de los “emperadores”.

Hombres así solo se dan en un imperio moderno, que engatusan con la democracia, que no respetan, y para los cuales, el mundo tiene provincias que ellos dominan. En la provincia de Latinoamérica, como he dicho en otro lugar, Cuba es la voz discordante que hay que apagar. 

En esto pensaba mientras el Presidente Díaz-Canel, con auténtico talante de estadística, explicaba a su pueblo las circunstancias para que la Asamblea Nacional aprobara nuevas leyes, sumido casi todo el país en un código de vida para la nueva normalidad. 

El Presidente habló de la estrategia económica y social para enfrentar el complejo contexto impuesto por la COVID-19 y las sucesivas escaladas del bloqueo, criminalmente endurecido en condiciones de pandemia.

“No olvidemos que los efectos de esa prolongada guerra económica se arrastran por décadas y que solo entre los años 2019 y 2020 se aplicaron contra nuestra nación más de 130 medidas, con el deliberado propósito de asfixiar la economía, crear descontento y desesperanza en la población y culpar de todas nuestras dificultades a la supuesta «ineficiencia del modelo económico cubano».

El panorama no podía ser más desafiante…” 

Díaz-Canel dijo que: “es preciso acelerar el ritmo y las transformaciones profundas que nos debemos con innovación.”

En su análisis el mandatario aseveró que: 

A Cuba, habrá que repetirlo muchas veces, la epidemia llegó en conjunción con el bloqueo reforzado. No ha habido tregua en esta guerra asimétrica y multidimensional, aunque sea ilegal e inmoral, por desaparecer nuestro ejemplo de independencia y soberanía de la faz de la tierra.

Pero los que militamos en el bando de los inconformes y de los optimistas, como Fidel y Raúl, aprendimos con ellos y sus compañeros de lucha que todos los desafíos pueden ser vencidos. Los cubanos estamos demostrando, otra vez, que sí se puede.

Se siente orgullo cuando se piensa que, “Se quedarán nuevamente con las ganas los que se han empeñado en escribir el epitafio de esta Revolución triunfante.”

El Presidente pidió rendir un tributo especial a nuestro pueblo. Su voz se rajó de emoción y muchos, muchísimos con él.

Pensé, serena, en el heroísmo de nuestra gente, en la fabulosa resistencia de la familia cubana, como dijo Lezama Lima, y mi corazón parafraseó al Almirante Colón a la distancia de cinco siglos: 

¡Esta es la gente más corajuda que ojos humanos hayan visto!

(*) Tomado del Blog Cuba, Isla Mía

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *