El día en que Guantánamo vistió de luto

Obelisco a los Mártires del 4 de Agosto

Era alrededor de las 2:30 de la tarde del 4 de agosto de 1957 cuando una fuerte explosión estremeció la mitad de la ciudad de Guantánamo. Habían pasado sólo cinco días del asesinato de Frank País García y Raúl Pujols Arencibia en el Callejón del Muro, en Santiago de Cuba y otro hecho dirigido por la tiranía batistiana entristecía a las familias cubanas.

Con el objetivo de suministrar a los combatientes del Ejército Rebelde y de la lucha clandestina en otras regiones de Cuba, un grupo de revolucionarios guantanameros habían erigido un túnel para esconder dinamita, escopetas y doscientas libras de explosivos. De momento… un estruendo.

La explosión venía del fondo de la vivienda ubicada en la calle Aguilera esquina Santa Rita, donde vivía el matrimonio de Enrique Rodríguez Picaso y Berta Cuza. En ese lugar, los rebeldes guantanameros del Movimiento 26 de Julio tenían una clandestina fábrica artesanal de bombas y petardos.

Con la detonación, perdieron la vida Fabio Rosell y Gustavo Fraga. Posteriormente, los esbirros batistianos remataron a Enrique Rodríguez, entonces herido. Más tarde, ultimarían a Jesús Martín y Abelardo Cuza, quienes fueron al sitio para socorrer a sus compañeros. Los cadáveres de estos hombres se juntaron a los de los valerosos revolucionarios de la clandestinidad.

Minutos antes del estallido, Demetrio Montseny Villa, jefe del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo, había bajado a la fábrica de bombas. Allí, conversó con Fabio, Gustavo y Enrique, reconoció el trabajo que hacían desde hacia casi una semana y los incitó a mantener esa favorable actitud, favoreciendo con medios de combate a la causa revolucionaria.

Prontamente, Villa se dirigió a la casa contigua y, mientras conversaba con Berta Cuza y Nelsa Pérez, los sorprende el estallido. Uno de los fragmentos le origina una herida en la cabeza a Villa y rápidamente lo trasladan al Centro Benéfico, para que lo protegieran de los sicarios de la dictadura batistiana.

A partir del año 1959, por la significación histórica del acontecimiento, el 4 de agosto fue proclamado como el Día de los Mártires Guantanameros. Con ello, se hacía justa deferencia con Fabio Rosell, Gustavo Fraga, Jesús Martín, Abelardo Cuza, Enrique Rodríguez y otros hijos de esta región oriental que pelearon contra la dictadura de Fulgencio Batista.

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