Doctora y madre argentina agradece a Fidel formación de su hijo en la ELAM

La doctora Marisol de la Rivera Purches, de Argentina, agradece eternamente al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz la formación de su hijo Nahuel González de la Rivera en la Escuela Latinoamericana de Medicina, Elam, donde son preparados como hombres y mujeres de ciencia y conciencia.

El líder de la Revolución cubana, ideo e inauguró el 15 de noviembre de 1999, ese proyecto, que en las 15 graduaciones ha egresado a casi 30 mil médicos de un centenar de naciones, incluidos de Estados Unidos.

Los médicos cubanos internacionalistas, al igual que los preparados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, Elam, además de recibir una formación científica excelente, en contacto directo con el paciente, son profesionales formados bajo los principios de humanismo, solidaridad y altruismo, aseguró de la Rivera Purches en entrevista con la Agencia Cubana de Noticias.

Asimismo, condenó las campañas orquestadas por el gobierno de Estados Unidos para desacreditar la colaboración médica internacional que en su más de medio siglo ha estado presente en unos 165 países con más de 400 mil profesionales de la salud.

Al referirse a los sucesos recientemente ocurridos en Bolivia y Ecuador, cuyas brigadas médicas cubanas regresaron a la Patria en los últimos días luego de cumplir honrosas misiones y llevar salud y vida a esos pueblos, expresó que esos hombres y mujeres de batas blancas son ejemplo de altruismo, solidaridad y humanismo y dejaron huellas en los pacientes agradecidos en ambas naciones.

Conocí a Cuba desde que abrí los ojos… pero verla con los míos fue el comienzo del periodo especial cuando fui a estudiar desde Argentina al hospital ortopédico Frank País y al Centro Internacional de Restauración Neurológica, recuerda la galena.

Me conmocionó todo, la solidaridad con que se vivía, la igualdad entre compañeros, el amor por los pacientes, la recuperación, vi el secreto de esa cura: Amor, dedicación, respeto, refiere la doctora de la Rivera Purches, quien a su hijo más pequeño le puso el nombre de Camilo Fidel Ernesto.

Fui testigo de ver a médicos y pacientes en bicicleta llegar a la consulta, al doctor Álvarez Cambras en la misma fila para ir al comedor como uno más, vi a esa eminencia de la ortopedia mundial subir a su modesto auto llevando a cualquier persona que lo necesitara.

Más que aprender los conocimientos científicos me dieron clases de dignidad, altruismo, valores morales, esos son los médicos que fueron a Bolivia y Ecuador, de esa escuela son los que impartieron las clases a mi hijo egresado de la ELAM, que es la Medicina cubana: Medicina de ciencia y conciencia, sentenció.

Hoy más que nunca las palabras de Fidel adquieren vigencia, en momentos en que en la región del sur de nuestra América se ha impuesto nuevamente el neoliberalismo, concluyó la entrevistada. 

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