Guantánamo.- Unos 22 trabajadores de la salud, entre médicos y enfermeros integran el grupo de profesionales del Policlínico norte Emilio Daudinot Bueno, que desde abril y mayo enfrentan la Covid-19 en varias naciones. De ellos, siete mujeres ya regresaron a casa con la satisfacción del deber cumplido.
Hasta México, Emiratos Árabes, Kuwait y Santa Lucía llevaron sus saberes, sufrieron el dolor de la muerte, y aprehendieron otras culturas.
La joven doctora Yaritza Navarro Lavín comparte sus vivencias. Fue esta su primera misión internacionalista, y no duda en contar, con palabras entrecortadas, los duros momentos vividos, con déficit de personal, poca disponibilidad de camas, y otros desaciertos.
Para ella la barrera idiomática no fue un problema, pues estaba en México, pero confiesa que la cultura culinaria fue una de las experiencias que más le chocó.
Por su parte Caridad Guilarte Otamendy, especialista en Medicina General Integral y miembro de la Brigada Henry Reeve desde su creación, estuvo en Kuwait, país del Oriente Medio, y aunque no es la primera vez que cumple misión internacionalista, comenta que fue muy difícil. “Nuestros homólogos nos veían como rivales, y no como compañeros, porque creían que queríamos quitarles su trabajo. Los pacientes que llegaban allí se clasificaban como moderados y graves, la mayoría no resistía”.
Ante las dificultades que tuvieron que enfrentar, estas féminas supieron crecerse, dando fe del humanismo y profesionalidad que caracteriza al sistema de salud cubano, ejemplo de que cada obra con manos de mujer, se engrandece y dignifica.
De los 22 especialistas del Policlínico Norte que salieron de Cuba a enfrentar al nuevo coronavirus, siete permanecen prestando servicios: tres médicos en Perú, una doctora y un enfermero en Islas Vírgenes, otra doctora en Azerbaiyán, y una enfermera en Catar.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.