A un año de la desaparición física de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, ¿Qué hemos hecho? ¿Cómo hemos aguantado sin su presencia los avatares que se nos han presentado?
Ni los huracanes, ni el molesto vecino que cada día recrudece el bloqueo y retrocede las relaciones, han podido con este pueblo y su voluntad para cruzar obstáculos. Y ¿or qué será? ¿Por qué este pequeño país es y será una piedra en el zapato de tan poderosa nación? ¿Por qué nos quieren doblegar? ¿Por qué siempre buscamos una salida para todo? A cada acción negativa e injerente, una reacción positiva que supera muchas expectativas.
Todas las respuestas a estas preguntas son Fidel y sus enseñanzas, el recuerdo de sus decisiones, y el deseo de no fallarle jamás. Eso nos da fuerza para seguir adelante. Su forma de pensar está en cada cubano como una semillita sembrada en los genes de los nacidos y los que están por nacer.
El futuro de la Revolución está asegurado. Lo hemos visto reflejado en cada fecha conmemorativa que se han celebrado sin su presencia. No se notó su ausencia porque todos somos Fidel, cada uno de nosotros tiene un pedacito de él adentro. Era un hombre tan grande que alcanza para 11 millones de cubanos y muchos otros amigos de países hermanos que también lo recuerdan y siguen su ejemplo.
Así te recordamos Comandante, con dolor en nuestros corazones por tu ausencia pero, sin olvidar nunca tus principios, tu coraje y el deseo de mantener a Cuba libre e independiente. Nos toca a los más jóvenes continuar creciendo con inteligencia y astucia, siendo solidarios y manteniendo a nuestro país fiel al concepto de Revolución que firmamos aquellos turbulentos días en los que partiste. Tú nos enseñaste que la libertad se conquista no solo con las armas sino con las ideas. Y Así lo haremos.
Gracias Fidel.
