El 15 de Septiembre del 1956 ha pasado a la historia de Cuba como un hito en la lucha por lograr que el arte del Ballet fuera un derecho de todo nuestro pueblo.
Ese día la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) convocó a un multitudinario Acto de Desagravio a Alicia Alonso y el entonces llamado Ballet de Cuba, en el Estadio de la Universidad de la Habana, con motivo de la agresión de la tiranía batistiana, que, en represalia por no prestarse a servir de agente propagandístico de esa dictadura, decidió suprimir la escasa subvención que la compañía recibía del Estado Cubano desde 1950.
En aquel acto, donde se fundieron artistas y pueblo, ballet y universidad, emergería de la clandestinidad el líder Fructuoso Rodríguez, pocos meses antes de caer asesinado en Humboldt 7, para patentizar el respaldo estudiantil a Alicia y al Ballet de Cuba y exhortar al pueblo a combatir con todas las fuerzas los desmanes del batistato.
A ese acto se sumaron las más prestigiosas instituciones cívicas, culturales y artísticas del país, y de hecho, devino una nueva trinchera de lucha contra un régimen que asesinaba lo mejor de nuestra juventud y destruía los más preciados valores del arte y la cultura nacional.
Al finalizar la presentación artística, que tuvo su punto culminante en su interpretación del célebre solo La muerte del cisne, la dirigencia de la FEU le entrego un ramo de rosas rojas, que al paso del tiempo devendría un símbolo, entre la prima ballerina y el estudiantado universitario.
Seguidamente se realizó una Gira de Protesta por toda la Isla y Alicia decidió no actuar más en Cuba, mientras se mantuviera el oprobioso régimen. El Ballet de Cuba recesaría sus presentaciones y continuó viviendo solamente en las actividades de la Academia de Ballet Alicia Alonso, hasta el triunfo de la Revolución, el 1 de Enero de 1959.
Alicia Alonso siempre definió la histórica relación entre nuestro Ballet Nacional y la FEU, como un «matrimonio feliz», cuyos estrechos lazos no se han roto jamás.
En 1986, ese histórico acto fue conmemorado en el propio Estadio Universitario, y en el 2006, luego de medio siglo, en el Teatro Karl Marx, volvió a reafirmarse tan sólida unión.
El 15 de septiembre del pasado año, una delegación de la FEU, encabezada por su presidente José Ángel Fernández visitó a Alicia en su residencia y le hizo llegar el simbólico ramo de rosas rojas. Ella, en su habitual gesto, lo apretó junto su pecho. Fue el ramo del adiós.
Tomado de Granma
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